Una maestra de un colegio italiano, que además es modelo de lencería, ha sido la comidilla de un pequeño pueblo costero.
Los padres del lugar han retirado a sus hijos de la escuela, porque creen que la maestra les enseña «demasiado». Pobres infelices, ¿No se dan cuenta de que si quieren que sus hijos se mantengan centrados, mejor que la vista no se les desvíe de la docente?