Esta semana hubo ración doble de actuaciones y tras la actuación del jueves en la Oficina, me tocó pasarme por el Handicap Café, otro de los mejores sitios para actuar en Coruña capital.
Estaba mucha gente que ya había estado en otras ocasiones viendo mi show y alguna que otra gente nueva. En especial destaco a Tomás, que desde estas lineas le agradezco que me boicoteara la actuación con sus intervenciones espontáneas. Dió mucho juego interactuar con él y eso siempre se agradece.
Me he dado cuenta de que cada vez me gusta más interactuar con el público y si la noche y la gente está animada, suelen ser los mejores momentos de la actuación.
A pesar de que empecé el monólogo inicial muy frío y no parecía que la gente acabase de estar cómoda, al poco tiempo nos repusimos todos y levantamos el espectáculo. Incluso me pidieron repetir la canción de la novia fea dos veces (gracias a su creadores, por cierto).
Ahora toca descansar un poquito el fin de semana, que tras dos bolos y una semana de mucho curro, las neuronas no dan para más.